Los ODS han venido para quedarse. Moda? Márketing?. Reflexionamos sobre el concepto amplio de la Sostenibilidad y su rentabilidad empresarial
Vivimos en un mundo complejo, cambiante, diferente; pero con problemas comunes. De esta complejidad, hace ya 7 años surgió una luz motivada por la presentación y adhesión de 193 líderes mundiales a una iniciativa: los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Una fecha, el 25 de septiembre de 2015 que quedará grabada en los libros de historia.
Hasta ahora la rentabilidad de las empresas sólo se medía con la cuenta de resultados, y los recursos humanos o materiales era una variable a considerar en relación al capital invertido. Por suerte, eso ha cambiado, y es inimaginable pensar en una sociedad avanzada sin empresas modernas que asuman su papel vertebrador, y que le den sentido a lo que producen y, sobre todo, a cómo lo producen.
Llevemos todo esto a nuestra realidad; está claro que Llanero Solidario, como entidad de economía social y solidaria, tiene estos objetivos en su ADN, y el sector institucional albaceteño tiene la obligación moral de ser ejemplo en seguir los ODS por su papel de servicio público… pero ¿por qué deberían sumarse a este carro las empresas privadas, y en concreto el tejido empresarial albaceteño?
Por qué las empresas deben unirse a los ODS
Inicialmente podríamos dudar sobre cómo iban a afrontar esta Agenda, especialmente en las empresas, donde hasta ahora los aspectos de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Corporativa están orientados en gran medida hacia actividades filantrópicas o a una cuestión de márquetin. No es que esto no fuera correcto, al revés, nos parece magnífico. Pero el concepto Sostenibilidad tiene un sentido mucho más amplio y las empresas pueden contribuir a ella desde diferentes perspectivas. Ahí́ es donde se plantea el verdadero reto. Dos razones:
La primera, porque repercute a que esa empresa perdure. Siempre hemos tenido la convicción de que una empresa no solo debe ser rentable en términos financieros, sino también debe aportar valor a la sociedad y beneficiar a sus grupos de interés. Aunque solo sea porque ello repercute a su propia riqueza, porque sólo de esta forma una empresa perdurará en el tiempo.
La segunda, porque es el reclamo de las nuevas generaciones, nuevos clientes. Las nuevas generaciones, como los millennials y la Generación Z lo tienen claro: piden líderes y empresas que beneficien a la sociedad en su conjunto. Solo hay que darse una vuelta por sus redes sociales. Sin embargo, en la mayoría de los casos no ven cumplidas sus expectativas. Por ello, los ODS se han convertido en una poderosa herramienta promoviendo que gobiernos, organizaciones y empresas se pongan manos a la obra y ordenen y estructuren sus acciones bajo un lenguaje común. Un carro al que no puede dar la espalda Albacete y su tejido empresarial.
Creando poso
Ya sea por la nueva moda, o por imitar a grandes empresas y sectores a nivel nacional a empuñar esta bandera de los ODS, lo cierto es que todos los días desayunamos con noticias de acciones de una u otra organización para seguir esta agenda global.
A lo largo de nuestros años de vida, desde Llanero Solidario hemos tratado de poner nuestro granito de arena informando, vendiendo productos que contribuyan a un planeta más sostenible, con Econatural; poniendo en el mercado hortalizas producidas de forma sostenible a unos kilómetros de distancia en el proyecto Germina Empleo, formando e intentando sacar de la exclusión a vecinos/as que no han tenido mucha suerte en su andadura por la vida, con proyectos como Conecta Empleo; hemos servido de enlace entre empresas y trabajadores que no lo tienen tan fácil para insertarse en nuestra sociedad con ¨Recalculando Ruta¨, hemos organizado talleres y jornadas de sostenibilidad en diferentes centro y actos de la ciudad… En todas estas acciones, donde no hay una fórmula mágica, pretendemos que cada empresa, que cada albaceteño/a con quien contactamos, realice una reflexión, amplíe sus horizontes y establezca sus preferencias.
Unas Olimpiadas solidarias
Es cierto que los Objetivos son complicados de lograr y que se necesitará de mucho tiempo para que sean una realidad, pero los pasos dados hasta ahora son más que una inspiración. Cuando hablamos de los ODS, podemos compararlo con las Olimpiadas. Los Juegos Olímpicos son considerados la principal competición del mundo y, debido a su larga trayectoria, constituyen uno de los momentos de unión más importantes de la Humanidad, en el que independientemente de nuestra procedencia, clase social, raza o género, todos tenemos la oportunidad de lograr un objetivo. Una meta que no se alcanza de forma unilateral, sino con el trabajo ordenado, continuo y de equipo.
Nadie puede predecir con exactitud cómo será́ el panorama global en 2030 en el tejido empresarial e institucional de Albacete. De lo que no cabe duda es que el futuro será sostenible o no será, y que la Agenda 2030 determina un programa muy ambicioso, fijando unos retos hacia los que dirigir nuestro esfuerzo por un bien común, por una rentabilidad completa en Albacete, en el que todos y todas importamos. Para ello: visualicemos nuestro objetivo, establezcamos la estrategia y midamos nuestra contribución. Seguro que, entre todos, lo conseguiremos.
